El brócoli (Brassica oleracea L. var. Italica)
pertenece a la familia de las crucíferas, de modo que es “pariente” de la col y
la coliflor.
El brócoli destaca por ser una de las verduras que contiene un mayor efecto
antioxidante. Por este motivo, muchos especialistas tanto en cocina como en
salud, recomiendan consumirlo cuando esté verde, así podemos aprovechar y
disfrutar de sus beneficios antioxidantes.
Se trata de una verdura ideal a la hora de
prevenir la aparición del cáncer (principalmente los cánceres de próstata,
colon y mama). Igualmente resulta útil para prevenir la aparición de
enfermedades cardiovasculares, al ayudar a proteger el corazón contra este tipo
de enfermedades, ya que impide la acumulación de los triglicéridos en las
arterias.
Resulta interesante en la menopausia, dado que regula no sólo el equilibrio
hormonal, sino también el nivel de estrógenos. Asimismo, por su contenido en
fibra, es ideal en el tratamiento y solución del estreñimiento.
Y como con todos los vegetales, hay muchas técnicas culinarias para cocinarlo,
así que no hay excusa para no consumirlo. Aunque, quizás la mejor de ellas es
al vapor, pues así garantizamos un mínimo de pérdida de todas sus propiedades.
Y si una vez cocinado al vapor le añadimos un chorrito
de
aceite de oliva virgen y una pizca de sal rosa del Himalaya
nos queda un
plato ideal, delicioso, ligero y
nutritivo para
cenar. También le podemos añadir un poco de cebollita y
ajos
salteados en aceite de oliva como el plato de la foto.
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